Durante el siglo XVI la población española aumentó considerablemente; eso incrementó la demanda de productos, al mismo tiempo, aunque la economía creció, la producción no resultaba suficiente para dar respuesta a la demanda creciente (aumento de demanda causado por el crecimiento de la polación y por la demanda de productos desde los territorios españoles de América. Por ello, los precios aumentaron (inflación).
Pero se produjo algo más. Las remesas de oro y plata llegadas desde Américan hicieron que los precios, ya sometidos al desequilibrio demanda-oferta ya citado, sufrieron una subida aún mayor. Este es el proceso conocido como REVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS.
Las consecuencias negativas de la revolución d elos precios fue la pérdida de poder adquisitivo y bajada del nivel de vida de las clases populares del país, y también la pérdida de competitividad de la producción artesanal española frente a los productos extranjeros.
Debajo: gráfico que muestra la subida de los precios (línea roja) a lo largo del siglo XVI (de ´40´en 1510 a ´140´en 1600, un aumento suprerior al 300%) y la llegada de oro y plata de América (barras verdes).
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